El Gobierno argentino congeló el martes los precios de más de mil productos de uso doméstico hasta principios de 2022, en un intento de frenar la inflación, y lo hizo por la fuerza tras el fracaso de las conversaciones con la principal cámara de la industria alimentaria del país.
El gobierno de centro-izquierda del presidente Alberto Fernández, deseoso de frenar el aumento de los precios antes de las elecciones intermedias de noviembre, emitió una resolución para fijar los precios máximos de venta de 1.432 productos de consumo masivo hasta el 7 de enero.
El país sudamericano está luchando por frenar la inflación, que alcanzó el 3,5% en el mes de septiembre y se sitúa en una tasa anual superior al 50%, minando el ahorro y frenando el crecimiento económico.
Sin embargo, a primera hora del día, la principal cámara de la industria alimentaria del país, la COPAL, respaldó la propuesta del gobierno, criticando a los funcionarios por intentar forzar un acuerdo unilateral.
“Hay fracciones de la cúpula empresarial que no son conscientes de su privilegio y se niegan a adoptar una actitud de colaboración teniendo en cuenta la dura situación que viven hoy los argentinos”, dijo el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.
La COPAL dijo en un comunicado que el llamado del gobierno a congelar los precios no había dado suficientes garantías al sector de alimentos y bebidas. La entidad dice que representa a 35 cámaras y a más de 14.500 empresas de alimentos y bebidas.
“Los planteamientos realizados hasta ahora reflejan la falta de voluntad de las autoridades para llegar a un acuerdo con el sector”, dijo la COPAL, que afirmó que el Gobierno no tuvo en cuenta las propuestas de las empresas.
“La industria no es la causante de la inflación, pero sufre sus consecuencias”, añadió Daniel Funes de Rioja, presidente de COPAL, en el comunicado.
El enfrentamiento amenaza con avivar las tensiones entre el sector empresarial y el Gobierno, que busca reforzar su popularidad de cara a las legislativas de noviembre, en las que se espera que sufra pérdidas en el Congreso.
La COPAL dijo anteriormente que la industria de alimentos y bebidas estaba “dispuesta a llegar a un acuerdo sobre la congelación de precios”, pero pidió “un verdadero diálogo en lugar de decisiones unilaterales”.