Las noticias sobre el futuro lugar de aterrizaje de VIPER despiertan la preocupación por su plan de exploración.
La NASA planea aterrizar su próximo rover lunar junto a un cráter, llamado Nobile, cerca del polo sur de la Luna, según ha anunciado la agencia. Pero algunos científicos se preguntan si la misión, cuyo lanzamiento está previsto para 2023, encontrará de forma eficaz el hielo lunar que busca.
La misión, conocida como Volatiles Investigating Polar Exploration Rover (VIPER), tiene como objetivo estudiar el hielo de la superficie lunar que podría servir como recurso, por ejemplo como ingrediente de combustible para cohetes para futuros astronautas. El polo sur de la Luna no ha sido visitado hasta ahora por ninguna nave espacial, pero es muy prometedor desde el punto de vista científico: recibe poca luz solar, por lo que tiene reservas de hielo que contienen información sobre el origen y la evolución del Sistema Solar, conservada durante miles de millones de años. VIPER buscará el hielo en el suelo lunar utilizando varios métodos, incluida la perforación de hasta un metro de profundidad.

La exploración lunar se está intensificando en todo el mundo, con China, Corea del Sur, India y Rusia entre las naciones que trabajan en misiones a la Luna. En medio de estos esfuerzos, la NASA pretende recuperar la gloria de su alunizaje tripulado de 1969 enviando astronautas a la superficie lunar en algún lugar cercano al polo sur. El objetivo es hacerlo a finales de 2024, pero es probable que ese plazo se desvíe debido a las limitaciones presupuestarias y de otro tipo.
Antes del aterrizaje de los astronautas, la NASA enviará una flota de naves espaciales robóticas a la Luna. Entre ellas se encuentra VIPER, que será la primera misión que proporcionará mediciones sobre el terreno del hielo polar lunar. La construcción y el funcionamiento de VIPER costarán a la NASA unos 433 millones de dólares. Otros 226 millones de dólares se destinarán a una empresa privada, Astrobotic Technology de Pittsburgh (Pensilvania), para que lo lleve a la superficie de la Luna. Si todo va bien, después de aterrizar en el cráter Nobile, el rover recorrerá 25 kilómetros o más durante más de 100 días, cartografiando el hielo y perforándolo en varios lugares.

Pero algunos investigadores temen que el lugar de aterrizaje, anunciado el 20 de septiembre, no garantice la abundancia de hielo. Hasta ahora, los científicos sólo han podido estimar las concentraciones de hielo polar basándose en los datos de las naves espaciales en órbita. Según esa información, el cráter Nobile sí tiene hielo dentro y alrededor, incluso dentro de varias regiones permanentemente sombreadas que nunca ven los rayos del Sol1,2.
“Tenemos muchos datos que indican que hay hielo de agua allí: no vamos a ciegas”, dice Amy Fagan, científica planetaria de la Universidad de Carolina Occidental en Cullowhee, Carolina del Norte.
Pero algunos señalan que el hielo polar lunar parece estar distribuido en parches, con escarcha en la superficie en algunos lugares y hielo congelado más profundamente en otros, inaccesibles incluso para el taladro de VIPER. “No es que el hielo de agua esté en todas partes”, dice Bethany Ehlmann, científica planetaria del Instituto de Tecnología de California en Pasadena. “Los detalles importan en términos de dónde vamos”.
La búsqueda de hielo
Desde 2017, cuando el entonces presidente Donald Trump encargó a la NASA el regreso de los astronautas a la Luna, muchos científicos lunares han estado trabajando para identificar las áreas alrededor del polo sur, donde las naves espaciales robóticas o los astronautas podrían tener la mejor oportunidad de encontrar hielo u otro terreno geológicamente interesante para explorar3.
La NASA eligió el cráter Nobile para el VIPER en parte porque ofrece una variedad de lugares donde se puede estudiar el hielo en el suelo lunar. Otros factores que influyeron en la decisión fueron que el VIPER pudiera desplazarse fácilmente por el terreno, que se dispusiera de suficiente luz solar para que el rover alimentado por energía solar pudiera recargar sus baterías con regularidad, y que el cráter tuviera una buena línea de visión con la Tierra, para que los ingenieros pudieran comunicarse directamente con la nave.
La agencia reconoce que VIPER aún no tiene un mapa detallado de dónde está el hielo alrededor de Nobile, que lleva el nombre de un explorador italiano que desarrolló dirigibles para la exploración del Ártico. “Esta es exactamente la razón por la que vamos”, dice Anthony Colaprete, científico del proyecto VIPER en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffett Field, California. “Cualquier información nueva va a ser esclarecedora más allá de lo que tenemos ahora”.
Pero algunos científicos dicen que VIPER sería mejor si la NASA lanzara primero otra nave espacial prevista, un pequeño satélite de 55 millones de dólares llamado Lunar Trailblazer. La misión de Lunar Trailblazer es cartografiar el agua en la Luna. Los investigadores dicen que el equipo de VIPER podría utilizar estos mapas para trazar las partes de Nobile a las que el rover podría viajar eficazmente mientras busca hielo durante su rápida misión de 100 días.

La NASA, sin embargo, tiene previsto mantener Lunar Trailblazer almacenado hasta 2025, cuando está previsto que viaje al espacio junto a una nave espacial no relacionada. Ehlmann, que es el investigador principal de Lunar Trailblazer, dice que estará listo para su lanzamiento en febrero de 2023, mucho antes que VIPER, y podría hacer mapas anticipados para VIPER si la NASA encuentra una oportunidad de lanzamiento más temprana.
Los científicos lunares estadounidenses debatieron la cuestión el mes pasado en una reunión del Grupo de Análisis de la Exploración Lunar, que proporciona información a la NASA sobre las actividades lunares. Apoyaron el lanzamiento de Lunar Trailblazer lo antes posible, pero reconocieron que VIPER seguirá teniendo éxito sin él, dice Fagan, que es el presidente del grupo.
La NASA defiende su decisión de lanzar primero VIPER. “Tenemos absolutamente suficientes conocimientos para volar la misión VIPER” antes de Trailblazer, dice Lori Glaze, directora de la división de ciencia planetaria de la NASA en Washington DC.
A pesar de las preocupaciones, VIPER proporcionará a los científicos la mejor visión de dónde podría estar el hielo alrededor del polo sur lunar. El rover puede detectar niveles muy bajos de hielo en el suelo, por debajo de una décima parte en peso. Debido a esa sensibilidad, dice Kevin Cannon, científico planetario de la Escuela de Minas de Colorado, en Golden, “creo que hay bastantes posibilidades de encontrar hielo detectable”.