Las potencias mundiales presionarán para que se impongan sanciones a cualquiera que perturbe el proceso electoral y la transición política de Libia, según el borrador de las conclusiones de una conferencia que celebrarán el viernes en París.
La reunión, en la que participarán los líderes de Francia, Libia, Alemania y Egipto, así como el vicepresidente de Estados Unidos, tiene por objeto consolidar el respaldo mundial a la votación prevista para el 24 de diciembre y los esfuerzos para eliminar las fuerzas extranjeras.
Las elecciones están previstas como un momento clave en un proceso de paz respaldado por la ONU para poner fin a una década de caos violento que ha atraído a las potencias regionales y ha socavado la estabilidad mediterránea desde el levantamiento de 2011 contra Muamar Gadafi, respaldado por la OTAN.
Las votaciones para elegir un nuevo presidente y un nuevo parlamento están aún en duda a seis semanas de su celebración, en medio de disputas entre facciones rivales del este y el oeste de Libia y organismos políticos sobre las normas que sustentan el calendario electoral y quién puede presentarse.
Las disputas amenazan con desbaratar el proceso de paz más amplio, que también incluye los esfuerzos por unificar las instituciones estatales, divididas desde hace tiempo, y por retirar a los mercenarios extranjeros que siguen atrincherados en los frentes a pesar del alto el fuego.
El borrador de las conclusiones de la conferencia afirmaba “que los individuos o entidades, dentro o fuera de Libia, que pudieran intentar obstruir, socavar, manipular o falsificar el proceso electoral y la transición política” podrían enfrentarse a sanciones.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha acordado anteriormente sanciones contra figuras políticas libias por su papel en el conflicto. Sin embargo, Rusia sólo ha enviado a París a representantes de bajo nivel, lo que ha suscitado dudas sobre su respaldo a las posiciones que allí se acuerden.
El documento visto por Reuters toma nota de que la comisión electoral libia ha fijado el 24 de diciembre como fecha de inicio de un proceso electoral que se extendería a una segunda vuelta de las elecciones presidenciales el mismo día que las parlamentarias.
INCLUSIVAS
Las potencias extranjeras quieren unas elecciones “inclusivas”, una postura que probablemente permitiría presentarse a todos los posibles candidatos, incluidas las figuras divisivas consideradas inaceptables en amplias franjas de Libia, así como a los funcionarios en activo.
Un funcionario de la presidencia francesa dijo a los periodistas en una reunión informativa que algunos actores estaban dispuestos a aprovechar cualquier ambigüedad para promover sus propios intereses.
“Es evidente que están esperando para tender una emboscada y tratar de hacer descarrilar el proceso electoral”, dijo el funcionario.
En un principio, París pretendía que asistieran los jefes de Estado turco y ruso, pero Ankara se ha unido a Moscú enviando representantes de menor nivel, lo que quizá demuestra las complicaciones que entraña la retirada de fuerzas extranjeras.
Los mercenarios del Grupo Wagner de Rusia están atrincherados junto al Ejército Nacional Libio (LNA), con base en el este, que fue apoyado en la guerra por Moscú, junto con los Emiratos Árabes Unidos y Egipto.
El antiguo gobierno de Trípoli contaba con el apoyo de las fuerzas regulares turcas en Libia como asesores, y de combatientes sirios aliados, ha dicho el gobierno turco.
Los diplomáticos han dicho que es poco probable que Turquía actúe antes de que se produzcan salidas del este.