Guatemala, lamentablemente, se ha forjado la mala reputación de ser un paraíso para la corrupción y el lavado de dinero; se disuelven y desaparecen billones de dólares mal habidos cada año, y el país ha sido incluso gobernado por presidentes claramente corruptos, como Otto Pérez Molina y su pareja binomial en el ejecutivo, Roxana Baldetti. 

En 2020 entró un nuevo presidente, Alejandro Giammatei, quien prometió acabar con la corrupción en Guatemala y elevar el nivel de vida de los habitantes que, hasta el momento, el 23% está bajo la línea de pobreza. 

Por otro lado, Joe Biden en los Estados Unidos de Norteamérica prometió algo similar: acabar con la corrupción, e invertir en este país. Confiando en las puras intenciones del nuevo presidente guatemalteco, la DFC (American Finance Corporation) emitió un memorando de conocimiento y la Embajada Norteamericana en Guatemala anunció que el gobierno que representa invertiría en el país Centroamericano un billón de dólares a lo largo de 3 años. 

AmCham Guatemala y su nuevo presidente

El mencionado memorando fue firmado entre la DFC y la Cámara de Comercio Americana – Guatemalteca o AmCham Guatemala, cuyo presidente juramentado a inicios del año 2022 es Juan Pablo Carrasco de Groote. 

Pero el mencionado abogado en derecho internacional está profundamente involucrado en actos de lavado de dinero, corrupción y otras anomalías legales. Mencionemos algunas.

En 2016 se filtraron unos documentos de la empresa panameña de abogados, “Mossack Fonseca”. Esa empresa, junto con otra llamada “Alcogal”, se dedicaba totalmente a la creación de empresas “de papel”, es decir, comúnmente utilizadas para lavar dinero procedente de fuentes ilegales. Esos documentos fueron conocidos como “Panama Papers“, junto con otros, los “Pandora Papers“.

Una empresa en estrecha relación con Mossack Fonseca, según lo demuestran los Panama Papers, es “Central Law”, cuyo director es Juan Pablo Carrasco de Groote. Y su filial, Central Law Guatemala, reporta al licenciado Carrasco de Groote como un asociado. 

Además, Juan Pablo Carrasco de Groote es mencionado en 26 ocasiones en los Panama Papers. En ellos aparece como presidente de empresas como “Stradivarius Corp”, o “Latin Legal Bureau S.A.”, director de “Plascot Resources Corp” y otras 23 en las que su nombre figura en el cargo de presidente, director, apoderado, tesorero, etc. Ahora bien, la clave aquí es: ninguna de esas compañías presenta su función, ni tampoco movimiento. A eso, los expertos lo conocen como “empresas de papel”, que son utilizadas siempre para el lavado de dinero. Y además, se reportaron casi dos docenas de cuentas offshore.

La Minera

Juan Pablo Carrasco de Groote también aparece como asesor legal de una compañía minera que opera en Guatemala desde 2014: CGN, filial de “Solway”, de origen ruso/suizo.  

Una fuerte contaminación producida por la minera en las aguas del lago más grande de Guatemala, el Izabal, desató una serie de protestas por parte de los pobladores mayas afectados; tales protestas fueron dispersadas con violencia por fuerzas gubernamentales, con incluso víctimas mortales

El Gobierno de Guatemala reaccionó prohibiendo que continuara la extracción de níquel, metal pesado. 

Pero Juan Pablo Carrasco de Groote recomendó a la mina “Fénix”, que administra la CGN, que no obedeciera la prohibición de la Corte de Constitucionalidad y que continuara extrayendo níquel y, en consecuencia, contaminando las aguas, el aire y minando la salud de las personas que habitan cerca del lago de Izabal. 

La corrupción en AmCham

La sola presencia del nombre Juan Pablo Carrasco de Groote en dos series de documentos que filtraron corrupción (Panama y Pandora Papers) debería ser suficiente para que AmCham Guatemala buscara otra persona para el cargo de Presidente. 

Se le está confiando un billón de dólares, o hasta tres billones, a una persona con cuentas offshore, 26 empresas fantasma, relación con famosos corruptos como Federico Machado (reconocido por ser representado por Central Law y haber lavado 350-560 millones de dólares), o su tendencia a romper la ley con tal de favorecer los intereses económicos de empresas extranjeras por encima de los de sus coterráneos guatemaltecos. 

Claramente Juan Pablo Carrasco de Groote no es el indicado para liderar AmCham Guatemala.