El alcalde de Río de Janeiro canceló las celebraciones de Año Nuevo después de que Brasil confirmara los primeros casos conocidos de la variante del coronavirus Omicron en el país más grande de América Latina.
Eduardo Paes tuiteó el sábado que seguiría las recomendaciones del estado de Río de Janeiro para cancelar las celebraciones, a pesar de que la propia ciudad opina lo contrario.
“Respetamos la ciencia”, tuiteó Paes, diciendo que hay opiniones discrepantes entre los comités científicos de la ciudad y el estado, pero que prefiere ceñirse al más restrictivo. “El comité de la ciudad dice que puede seguir adelante y el estado dice que no. Así que no puede llevarse a cabo. Cancelemos la celebración oficial de la víspera de Año Nuevo en Río”, decía el tuit.
La cancelación de la fiesta, que atrae a millones de residentes y turistas a la mundialmente famosa playa de Copacabana para ver los fuegos artificiales, no es una sorpresa.
“Estoy muy triste como alcalde y personalmente. La celebración de la víspera de Año Nuevo en Río es una de las fiestas más increíbles e incomparables del mundo”, dijo Paes en conferencia de prensa.
En Brasil, la pandemia se ha cobrado más de 615.000 vidas, el segundo total más alto del mundo después de Estados Unidos.
Paes dijo que no se impondrían restricciones adicionales, y enfatizó que los turistas vacunados son bienvenidos en Río de Janeiro, ya que la ciudad ha registrado una caída en muertes y casos, y un alto nivel de vacunación.
La cancelación fue apoyada por expertos en salud, a través de un tuit del gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, luego de que el anuncio de Paes dejara espacio para una posible reversión.
Castro dijo que Paes y él acordaron sostener una reunión la próxima semana con las autoridades de salud estatales y municipales “para tomar una decisión final” sobre el asunto.