La escasez de combustible en Haití está poniendo en peligro la vida de cientos de mujeres y niños, ya que los hospitales se quedan sin suministros para la electricidad, dijo el domingo la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF.
El suministro de combustible a la capital, Puerto Príncipe, se ha visto gravemente interrumpido en las últimas semanas por una oleada de secuestros, incluido el de un grupo de misioneros estadounidenses y canadienses este mes. Los líderes de la industria del transporte dicen que hacer entregas de combustible es demasiado peligroso para los conductores, que corren el riesgo de ser secuestrados.
UNICEF dijo que negoció un acuerdo con una empresa local para suministrar combustible a los hospitales de Puerto Príncipe y la península del sur de Haití, que sufrió un terremoto en agosto, pero la empresa renunció al acuerdo, alegando problemas de seguridad.
“Las vidas de muchas mujeres en edad fértil y de los recién nacidos están en peligro porque los hospitales que deberían prestarles atención vital no pueden funcionar con normalidad debido a la falta de combustible”, dijo Raoul de Torcy, representante adjunto de UNICEF para Haití, en un comunicado.
Muchas empresas e instituciones haitianas dependen de generadores diesel para garantizar la electricidad debido a los constantes apagones.
La imposibilidad de transportar el combustible ha hecho que los grupos industriales, incluido el principal proveedor de servicios de telefonía móvil del país, adviertan que podrían tener que interrumpir sus servicios en los próximos días.
Un portavoz del gobierno no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.